Si hay algo que jamás olvidaré es mi última visita a Dubai. Me emocioné tanto cuando supe que tendría la oportunidad de ir a uno de los lugares más fantásticos del mundo. Así que comencé a planear mi viaje y preparé todo lo necesario.
Dubai es una ciudad ubicada en los Emiratos Árabes Unidos que, en los últimos años, se ha convertido en uno de los destinos turísticos más importantes del mundo. Con su combinación de modernidad y tradición, ofrece una gran cantidad de actividades y lugares por descubrir, desde sus impresionantes edificios hasta sus playas y desiertos.
Finalmente, llegamos al aeropuerto de Dubai y pudimos sentir la energía de la ciudad desde el principio. Después de dejar nuestras maletas en el hotel, decidimos explorar los alrededores. Visitamos el centro comercial más grande del mundo, el Dubai Mall. Quedamos impresionados al ver la cantidad de tiendas y marcas exclusivas que se encuentran allí. También pudimos ver una montaña rusa dentro del centro comercial y un acuario enorme.
Ahora nuestra atención estaba en algo que habíamos oído mucho antes de venir aquí, se trataba del espectáculo de las fuentes en el lago Burj Khalifa. Fuimos al atardecer y nos quedamos maravillados con la belleza de las fuentes y la mezcla de luces y música que se combinaban perfectamente creando un espectáculo hipnotizante.
Después de pasar unos días de actividades en la ciudad, estábamos más que emocionados por la siguiente parada en nuestro viaje: un tour por el desierto de Dubai. Al principio estábamos un poco nerviosos dado que nunca antes habíamos estado en un desierto, pero nuestro guía turístico nos tranquilizó.
En una camioneta 4x4 fuimos atravesando las dunas del desierto, algo que nunca habíamos experimentado antes. La vista era impresionante con enormes montañas y una arena dorada elevándose por todas partes. La adrenalina corrió por mis venas y no pude evitar gritar de emoción en algunos momentos.
Después de un recorrido de una hora por el desierto, llegamos al campamento donde la cena estaba lista. Ahí probamos platillos locales, hicimos henna en nuestras manos y disfrutamos de una tradicional danza del vientre. La cena fue servida bajo el cielo estrellado en la fría arena del desierto.
Otra de las partes más increíbles de este viaje fue visitar algunas de las mejores playas de Dubai. La primera que visitamos fue la playa pública de Jumeirah. La arena blanca y fina contrastaba a la perfección con el agua turquesa del mar. Me sentí tan relajado en esta playa que puedo asegurar que es uno de los lugares más bonitos que he visitado en toda mi vida.
Luego fuimos a la playa de Kite Beach, una zona más turística y en donde practicamos kiteboarding. Fue una experiencia emocionante, pude sentir la fuerza del viento mientras controlaba la tabla en el agua.
En resumen, mi viaje a Dubai fue una de las mejores aventuras de mi vida. Desde la majestuosidad de los edificios, hasta la belleza del desierto y las playas impresionantes, Dubai tiene todo lo que un explorador necesita para gozar de la siguiente experiencia mientras se está de viaje. No veo la hora de regresar a los Emiratos Árabes Unidos y continuar explorando este fascinante lugar.