El viaje comenzó cuando mi amigo, un director de cine galardonado, me invitó a un viaje en tren por Europa. Yo estaba emocionado por la oportunidad de explorar el Viejo Continente con un experto en cine y cultura. Preparé mi maleta y comencé a planificar todo lo que quería ver y hacer en cada ciudad que visitaríamos.
Nuestro primer destino fue París, la ciudad de la luz. Visitamos la Torre Eiffel y la Catedral de Notre Dame, pero lo que más me impresionó fue el Louvre. Mi amigo, que había filmado en París varias veces, me llevó por un recorrido personalizado del museo. Me mostró sus obras favoritas y me contó historias detrás de ellas.
Luego de nuestro viaje a la Ciudad del Amor, nos dirigimos a Roma, la ciudad eterna. Al llegar a esta fascinante ciudad antigua, nos dirigimos a los Foros Romanos y al Coliseo. Mi amigo me contó detalles y curiosidades sobre el lugar, mientras yo me sentía como si hubiera viajado en el tiempo.
Desde Roma cruzamos el Mediterráneo hasta Barcelona, la ciudad de Gaudí. Mi amigo, que había estado en el sitio varias veces antes, me llevó al Palacio de la Música Catalana y al Parque Güell , que fueron simplemente fascinantes.
Nuestra última parada fue Amsterdam, la ciudad de los canales y los museos. Visitamos el Museo Van Gogh, el Museo Rijksmuseum y el Anne Frank House. Mi amigo, que había filmado en Amsterdam, me llevó a ver los lugares más interesantes y menos conocidos de la ciudad.
El viaje en tren por Europa con mi amigo, el director de cine galardonado, fue una experiencia única y enriquecedora que nunca olvidaré. La oportunidad de ver las ciudades a través de los ojos de alguien que las ha filmado y ha estudiado su historia y cultura fue simplemente fascinante. Espero tener la oportunidad de volver a hacer un viaje como este en el futuro cercano.